Huellas y rastros salvajes

Las huellas de animales y otros rastros pueden aportarnos mucha información acerca de la fauna salvaje. Además, con conocimientos suficientes (y siempre que las señales sean suficientemente continuas y claras), se puede extraer mucha más información que no solo la identificación de la especie en cuestión, como por ejemplo: el sexo del animal; su estado de salud; su dieta (y estudiar la estacionalidad de ésta); establecer índices de abundancia y densidad, e incluso individualizar a un ejemplar concreto (lo que puede permitir determinar su área de campeo, qué zonas frecuenta más, sus horarios, etc). En esta guía de huellas de animales os enseñaremos a reconocer las huellas de las siete grandes especies cinegéticas de la Península Ibérica.
1.Jabalí
La huella de este ungulado puede medir hasta ocho centímetros y consta de cuatro pezuñas agrupadas de forma simétrica. Delante están las dos principales, que siempre se marcan y las traseras o garrones son dos secundarias. Pero estas pueden variar dependiendo de varios factores:
- Velocidad: la marca cambiará, ya que en carrera está más abierta con las pezuñas separadas.
- Edad: la primera característica es que lógicamente la huella del jabalí jóven será más pequeña. Además, habrá sufrido menor desgaste, por lo que es más puntiaguda.
La diferencia principal con otros ungulados es que las marcas de los cérvidos no están unidas en su base, en cambio, las del jabalí sí lo están.
2.Corzo
La huella de un corzo puede medir como máximo seis centímetros, ya que es el cérvido más pequeño de Europa. Son unas marcas muy pequeñas y estrechas con forma de corazón invertido. Si es un suelo blando o está húmedo, en ocasiones, podemos ver marcados dos puntos detrás de la huella principal, que es la pezuña trasera.
- Velocidad: si están muy cerradas es que van tranquilos y más abiertas, porque van a saltos.
3. Ciervo
Las huellas de ciervo tienen un tamaño de siete centímetros y es similar a una gota de agua. Además, si van tranquilos suelen apoyar las patas traseras en el mismo lugar que las delanteras. La suela no ocupa más de un tercio de la planta, diferencia principal en relación a los gamos. Cuando en suelos muy blandos se llegan a marcar las pezuñas posteriores, estas se sitúan por detrás de las principales, alineadas en un rectángulo, a diferencia del jabalí, en el que se alinean en un trapecio.
- Velocidad: En la huida, combinan galope y salto, marcándose en este caso las pezuñas secundarias.
4. Gamo
Son huellas que pueden confundirse muy fácilmente con las de un ciervo joven o cierva, debido a su tamaño de siete centímetros en macho y cinco en hembras. Son huellas triangulares y la suela puede ocupar la mitad de la pezuña. A diferencia de los ciervos que no superan el tercio de la planta.
5. Cabra Hispánica
Marca dos pezuñas de siete centímetros, son redondeadas y más estrechas y afiladas delante que detrás. La diferencia con los cérvidos es que las huellas aparecen marcadas únicamente en el borde externo, los ciervos marcan también el borde interno. Las pezuñas secundarias nunca dejan ninguna impresión, ya que están muy arriba.
6. Muflón
Tiene las puntas muy separadas y las pezuñas secundarias no dejan señal. Suele medir alrededor de cinco centímetros. Es muy parecida a la huella de las ovejas, aunque en general suelen ser más puntiagudas. Las patas delanteras pisan con las pezuñas abiertas y las patas de detrás cerradas.
7.Rebeco
Es una huella que no supera los cinco centímetros y tiene una separación entre las pezuñas de al menos un centímetro. Las pezuñas traseras solo dejan marca en el salto o en la nieve. En las señales bien marcadas, las almohadillas están claramente diferenciadas.
En resumen, la interpretación de huellas ayuda al seguimiento de animales, ya sea para su caza o únicamente para su observación. Los rastros de los animales salvajes ayudan a saber sus comportamientos y es importante tenerlos en cuenta para su estudio.

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Autor: María Balletbó