Cazadores con Ucrania, la historia de una iniciativa solidaria: "No podíamos quedarnos de brazos cruzados"
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Una expedición formada por algunos de los referentes del sector cinegético en España ha transportado toneladas de alimentos y materiales de primera necesidad a la frontera entre Polonia y Ucrania.
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En la feria Cinégética se habilitaron dos puntos de recogida donde los asistentes colaboraron generosamente con la causa.
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El sector cinegético muestra, una vez más, su dado más solidario.
Lamentablemente, la guerra ha vuelto a Europa.
El ejercito ruso lleva semanas asediando y destruyendo las principales ciudades ucranianas, en las que el caos y la devastación reinan. Esto ha provocado la huida de millones de habitantes ucranianos hacia las fronteras más cercanas, sobre todo a las de Polonia y Rumanía.
El sector cinegético español, abrumado por las terribles noticias que llegaban desde Ucrania, no podía quedarse de brazos cruzados.
Sector cinegético, sector solidario
"Todo empezó con un audio enviado por Lolo de Juan por el grupo del SCI Iberian Chapter, me entró un escalofrió por todo el cuerpo.", relata Ignacio Ducay, CEO de Young Wild Hunters.
Las donaciones de los diferentes sectores de la sociedad hacia el publo ucraniano no paraban de llegar a los mas necesitados, y el mundo de la caza no podía quedarse atrás.
Los días 17, 18, 19 y 20 de Marzo, iba a tener lugar Cinegética, la feria de Caza y conservación más importante a nivel nacional. Además, ese mismo 20 de Marzo estaba organizada la multitudinaria marcha 20M Rural en la que se congregaron más de 400.000 asistentes.
Sabiendo de estos acontecimientos, el sector se puso manos a la obra y comenzó a promover la donación de material sanitario, alimentos no perecederos y utensilios que puedan ser útiles para circunstancias bélicas. También se facilitó un número de cuenta en el que cualquiera podía donar para la compra de estos productos.
A las puertas de la feria, se habilitaron dos puntos de recogida en los que los asistentes donaron toneladas de materiales. Ya era por todos conocidos el carácter altruista y solidario del sector cinegético, pero la aceptación nos abrumó.
Las empresas asistentes a la feria también colaboraron en esta recogida. Al final el objetivo se cumplió. Los dos camiones facilitados por cárnicas Dibe para la causa se llenaron en tiempo récord.
Los más necesitados agradecerán el carácter solidario de los cazadores.
De camino a la frontera ucraniana: 3.500km de ilusión
La primera parte de la aventura estaba completada. Ahora faltaba la parte más dura, llegar a Ucrania.
Por delante 56 horas y 3156km sin parar desde Extremadura hasta la frontera con Polonia. Pero la ilusión y el sentimiento de solidaridad superaron todo obstáculo en el camino.
Un grupo de cazadores referentes del sector conformados por Laureano de las Cuevas, Lolo de Juan, Alejandro Palomares, Raúl Sánchez, José María Losa e Ignacio Ducay entre otros.
Agradecimiento cómo moneda: La llegada a Ucrania
Tras más de 3 días de carretera, poca comida y mucho tiempo libre, el grupo de cazadores llegó a Ucrania.
Allí se encontraron a miles de personas necesitadas. Gente como nosotros, que no hubieran pensado jamás que les llegaría a pasar esta situación. Gente que, lo único que hace es agradecer.
Las donaciones ya están en destino. Es solo un pequeño grano de arena entre tanta devastación y sufrimiento, pero la ayuda es necesaria e imprescindible. Y granito a granito, conseguiremos ayudar a mucha gente.
El porqué de esta iniciativa: Somos cazadores, y somos solidarios.
Algunos de los valientes que se han desplazado a la frontera de Ucrania con Polonia nos han dado sus impresiones.
Ignacio Ducay
CEO de Young Wild Hunters
"La motivación del viaje vino a raíz de un mensaje que envió Lolo de Juan en el grupo del Safari Club International Iberian Chapter que hizo que se me pusieran los pelos de punta. Para mí fue una especie de llamada, una sensación personal en la que me dije a mi mismo “como cazador, tengo que colaborar con lo que pueda”. Si hay alguna labor social dentro del sector, siempre intentó participar en ella, tanto por satisfacción personal cómo para limpiar el nombre y la cultura de la caza.
Al final los cazadores somos personas normales, aunque nos vean como monstruos y unos asesinos, pero sólo queremos ayudar a la naturaleza y a la sociedad por medio de la caza.
Una vez leí ese mensaje y sentí ese escalofrío, ni me lo pensé. Escribí inmediatamente a Raúl pidiendo incorporarse al grupo, y ofrecí los servicios de Young Wild Hunters de manera altruista para que esta iniciativa pudiera tener la máxima repercusión posible. Me encanta ayudar a la gente, y quiero llevar el mensaje de que los cazadores no solo estamos para apretar el gatillo como muchos piensan.
Creo que este viaje me aporta varias cosas. Por una parte, veo necesario a nivel personal en crecimiento interno que siento. Llega un momento en la vida de toda persona en el que tenemos que echar una mano a los demás y ofrecer la ayuda que nos gustaría tener si estuviéramos pasando esa situación.
Soy muy joven, nunca había vivido una época de guerra en Europa, y el poder aportar mi granito de arena me llena de orgullo. Mi padre en su día me enseñó una forma de ver las cosas: “mejor encender una vela por pequeña que sea que maldecir la oscuridad”. Desde el momento en el que se hizo pública esta iniciativa, la acogida ha sido impresionante"