Esta obra única retrata a una perdiz cuidando de sus polluelos, con un detallado dibujo a bolígrafo que resalta la ternura y el instinto protector de esta ave. El fondo pintado al óleo complementa la escena, evocando el entorno natural donde crecen sus crías. La técnica mixta resalta los detalles del plumaje de la madre y la fragilidad de los polluelos, fusionando lo realista con lo artístico. Ideal para quienes buscan una pieza que refleje la belleza de la maternidad y la vida silvestre.