Llega el calor, llegan las garrapatas
Un nuevo modelo estadístico desarrollado recientemente ofrece información crucial sobre cuándo y dónde es más probable que las garrapatas piquen a personas y animales. Esta herramienta es fundamental para prevenir la transmisión de diversas enfermedades que estas garrapatas pueden propagar.
Distribución y Riesgo de Enfermedades
Las garrapatas están ampliamente distribuidas por Europa continental, alcanzando hasta el norte de la Península Ibérica y otras áreas menos extensas de España. Estas garrapatas son conocidas por transmitir numerosos patógenos que causan enfermedades tanto en humanos, como la encefalitis y la enfermedad de Lyme, como en animales, tales como el Louping ill y la babesiosis.
Investigación y Descubrimientos
Un estudio realizado por el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), en colaboración con el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario (NEIKER) y el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (SERIDA) del Principado de Asturias, ha revelado nuevos detalles sobre la densidad de las garrapatas en el norte de España.
Entre 2012 y 2014, los investigadores llevaron a cabo muestreos quincenales en trece zonas del Principado de Asturias y el País Vasco. En estos muestreos, se capturaron unas 40,000 larvas, 18,000 ninfas y 600 adultos de garrapatas. Los investigadores analizaron la influencia de factores ambientales como la temperatura y el estrés hídrico, así como la disponibilidad de hospedadores y el tipo de hábitat.
Factores Clave
El principal hallazgo del estudio es que las condiciones de temperatura y humedad durante el verano y el invierno son los factores más importantes que limitan la abundancia de garrapatas en el norte de España. Los grandes contrastes térmicos e hídricos de esta región en los meses más fríos o cálidos del año determinan el patrón estacional y la distribución espacial de estas garrapatas.
Garrapatas en Animales Salvajes
Además de afectar a personas, las garrapatas son una amenaza constante para animales salvajes como corzos y jabalíes. Durante las épocas de mayor actividad de estas garrapatas, es raro no encontrarse con animales infectados en estas áreas. Corzos y jabalíes actúan como importantes hospedadores de garrapatas, facilitando su proliferación y aumentando el riesgo de transmisión de patógenos. Los cazadores y senderistas que transitan por estos lugares también están en riesgo, ya que es común recoger garrapatas en la ropa y en los animales abatidos.
Futuro del Modelo
Este modelo, que ya ha demostrado una gran precisión temporal, podrá mejorarse con nuevos datos para aumentar nuestra capacidad de predecir con mayor exactitud cuándo y dónde habrá más garrapatas. Esto permitirá la adopción de medidas preventivas más efectivas para evitar sus picaduras y la transmisión de enfermedades, mejorando así la salud pública y animal en las zonas afectadas.
Con esta herramienta, se espera poder identificar mejor las ventanas temporales y los puntos críticos de riesgo, proporcionando una defensa eficaz contra las enfermedades transmitidas por garrapatas.
¿Cómo quitar una garrapata?
Utilice unas pinzas y sujete la garrapata cerca de la piel (en la cabeza del insecto). Sostenga las pinzas de lado, cerca de la superficie de la piel. Tire de la garrapata hacia arriba sin torcerla ni aplastarla. Mantenga una presión constante hasta que se suelte.