El Regreso de la Caza del Lobo en España

El Congreso de los Diputados ha dado luz verde a la exclusión del lobo del Listado de Especies en Régimen de Protección Especial (LESPRES), permitiendo nuevamente su caza en España. Esta decisión ha sido celebrada por el sector ganadero y cinegético como un paso fundamental hacia la gestión responsable del depredador, que en los últimos años ha causado importantes daños a la ganadería. Pero, ¿qué ha llevado a esta decisión? ¿Cuál es la situación actual del lobo en España? En este blog analizamos en detalle esta medida y sus implicaciones.
La situación del lobo en España
El lobo ibérico (Canis lupus signatus) es una de las especies más emblemáticas de la fauna española. Tradicionalmente, su presencia se ha concentrado en el norte de la península, con poblaciones destacadas en Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria. En 2021, el Gobierno decidió incluir al lobo en el LESPRES, prohibiendo su caza en todo el territorio nacional. Sin embargo, estudios recientes han revelado un crecimiento sostenido de la población de lobos, especialmente al norte del Duero, donde los ataques al ganado han aumentado exponencialmente.
En regiones como Galicia y Castilla y León, informes independientes han señalado que el censo oficial subestimó la población real de lobos en más de un 40%. Además, en los últimos años, el número de manadas ha crecido en un 8% en el norte de la península, y hasta un 30% en el sur del Duero. Esta realidad ha generado un grave problema para los ganaderos, que han visto cómo sus pérdidas se disparaban sin recibir una respuesta efectiva por parte de las administraciones.
El lobo y la ganadería
La prohibición de la caza del lobo en 2021 tuvo consecuencias negativas para el mundo rural. Los ataques de estos depredadores a las explotaciones ganaderas han aumentado de manera alarmante, afectando principalmente a la ganadería extensiva, que es fundamental para la conservación del paisaje y la biodiversidad en España.
Los ganaderos han denunciado durante años que las indemnizaciones por ataques de lobos son insuficientes y que la falta de control de la especie pone en peligro la viabilidad de muchas explotaciones. En comunidades autónomas como Castilla y León o Galicia, donde la ganadería es un pilar económico, la situación se ha vuelto insostenible.
Además, la sobreprotección del lobo ha provocado un desequilibrio ecológico. Sin depredadores naturales, su población ha crecido sin regulación, afectando a otras especies y generando conflictos con la actividad humana. En países como Francia, Alemania y Suecia, donde la caza del lobo está permitida bajo ciertas condiciones, se ha demostrado que una gestión responsable contribuye a minimizar estos conflictos.
¿Por qué se ha decidido permitir su caza nuevamente?
La reciente decisión del Congreso, apoyada por PP, Vox, PNV y Junts, responde a la necesidad de encontrar un equilibrio entre la conservación del lobo y la protección de la ganadería.
Las claves de esta medida son:
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Control poblacional: La caza regulada permitirá gestionar el número de lobos y reducir su impacto en la ganadería.
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Protección del sector primario: Los ganaderos podrán defender sus explotaciones sin depender exclusivamente de compensaciones económicas ineficaces.
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Adaptación a la normativa europea: La normativa española queda alineada con la legislación de otros países europeos que han flexibilizado la protección del lobo en respuesta a las necesidades del sector agrario.
Por el momento, la caza solo será autorizada al norte del Duero, donde se concentra la mayor parte de las manadas. Sin embargo, la enmienda aprobada en el Congreso deja abierta la posibilidad de extender esta medida al resto del territorio nacional en el futuro.

El regreso de la caza del lobo en España es una medida necesaria para garantizar el equilibrio entre la fauna salvaje y las actividades humanas. No se trata de exterminar la especie, sino de gestionar su población de manera responsable, como se hace en otros países europeos. La protección del lobo no puede ir en contra del sustento de los ganaderos ni del desarrollo del medio rural. Ahora, con una regulación adecuada, se podrá avanzar hacia una convivencia más armoniosa entre el lobo y la ganadería, evitando los excesos de una protección mal entendida que ha generado más problemas que soluciones.
Autor: María Balletbó