El silvestrismo, origen y tradición mediterránea
En este blog, exploraremos en detalle el fascinante mundo del silvestrismo: su origen histórico, en qué consiste la práctica, y las especies de aves que se utilizan. Acompáñanos en este viaje a través del tiempo y el espacio, y descubre la pasión y dedicación que se esconden detrás de esta antigua y noble tradición.
¿En qué consiste?
Como bien define el Delegado de Silvestrismo Federación Madrileña de Caza. Pablo Luis López, “el silvestrismo es una modalidad de caza tradicional que consiste en la captura de pequeñas cantidades de aves, siempre machos de la familia de las fringílidas, para la educación de su canto, cría de híbridos con la hembra del canario y finalmente su participación, tanto de ellas mismas como de los híbridos, en concursos de canto”. La actividad requiere un cuidadoso respeto en la tenencia de las aves, pues todas aquellas no aptas para la cría o la competición son devueltas al medio natural.
El silvestrismo, orígenes
El silvestrismo es una tradición milenaria que combina el amor por la naturaleza y la pasión por las aves. Esta práctica, que tuvo sus inicios en la necesidad humana de obtener alimento, fue introducida en la Península Ibérica por romanos y árabes. Sin embargo, existen evidencias de que ya en el antiguo Egipto se utilizaban redes para capturar pájaros. Las aves eran una parte importante de la dieta egipcia, como lo demuestran los treinta tipos de pájaros que aparecen en los jeroglíficos de Gardiner. Estas aves están representadas en pinturas, relieves y esculturas, mostrando escenas de caza donde se usaban bastones y redes.
Originalmente, en España, esta pasión por la captura solo se practicaba en Gibraltar, en la época en que los chivones (polluelos) abandonaban el nido. Este era el momento ideal para colocar los pájaros en jaulas pequeñas, con el propósito de restringir su movilidad y lograr que escucharan con más atención el canto de otro pájaro escogido por su excelente canto, denominado "maestro".
Esta actividad se fue propagando desde el sur de España a toda la península, seleccionando ejemplares tanto para el canto como para cruzarlos con canarias, convirtiéndose en una tradición deportiva. Fue durante la época del asentamiento de los ingleses en el Peñón cuando trajeron consigo un canario llamado Lanchashire.
El canario, que emitía "blios", fue el primer maestro para los polluelos capturados en los huertos vecinos. Cabe destacar que los ingleses, al establecerse en España, obtuvieron concesiones de numerosas minas. Para detectar gases nocivos, empleaban muchos canarios, y de hecho, llegaban a regalar parejas de estas aves a las familias para que las criaran en casa y así disponer de excedentes, debido a la alta mortalidad de estas aves en su cometido.
El cruce con muchas aves autóctonas y la imitación de estos cantos por los pájaros de la fauna local ampliaron el repertorio de notas introducidas. Posteriormente, en otras regiones como la provincia de Málaga, se incorporó a los jilgueros la llamada de la chorlita, que emite unos piteos alargados. Fue en esta zona donde algunos expertos, utilizando un vaso de cristal y una cuchara, lograron producir notas similares al martilleo, pero más melodiosas, llamadas campanillas, y con insistencia lograron que algunos ejemplares las imitaran.
Las especies más comunes
Jilguero
El jilguero es, sin lugar a dudas, el rey en este arte, siendo el preferido por los aficionados, tanto por su melodioso canto como por sus múltiples y vivos colores. Aunque su captura está permitida en todo el territorio nacional, esta debe ser autorizada por la correspondiente consejería de medio ambiente del lugar donde se realicen las capturas.
Verderón
Se podría argumentar que el verderón es pasado por alto por muchos aficionados, a pesar de ser un ave destacada, tanto en su belleza plumífera como en su canto. Es crucial recordar que su captura está autorizada en todo el territorio nacional, siempre y cuando se obtenga la autorización pertinente. Sin embargo, sólo una minoría de los aficionados opta por especializarse en esta especie en particular.
Pardillo
Es considerado el príncipe del silvestrismo. Aunque carece del vistoso plumaje de su pariente el jilguero, compensa esta falta de color con un trino fuerte y penetrante que lo hace excepcional para el adiestramiento en el canto.
Verdecillo
Una de las especies minoritarias del silvestrismo; debido entre otros factores a que en la mayoría de las demarcaciones autónomas de España no está autorizada su captura dada su escasa población. Su canto se compone de chirridos rápidos y largos, es el más pequeño de los fringílidos, y le une un parentesco cercano al canario.
La polémica ley de bienestar animal
La caza de aves para el silvestrismo no está exenta de polémica. Esto se debe a que los métodos de caza de los silvestristas no son selectivos y las trampas y redes que se utilizan para este fin no distinguen entre especies, por lo que en muchas ocasiones se capturan especies protegidas. Los ornitólogos han alertado en muchas ocasiones sobre esta práctica, que consideran dañina para las especies de aves amenazadas. Además, explican, la cría de ejemplares de pájaros cantores en cautividad es suficiente para abastecer este mercado.
Finalmente, a pesar de la polémica, la RFEC afirma: “La entrada en vigor de la Ley no prohibirá el Silvestrismo ya que la caza y las actividades deportivas amparadas por el CSD están excluidas del ámbito de aplicación de la Ley. Por tanto, para todas las actividades y modalidades deportivas reconocidas por la Real Federación Española de Caza o una federación autonómica de caza no les será de aplicación esta Ley”.
Autor: María Balletbó