Rebecos, "los príncipes de la montaña"
Los rebecos, majestuosas criaturas que habitan las alturas de las cordilleras, son conocidos como los "príncipes de la montaña" por su gracia, fortaleza y el dominio que ejercen sobre su territorio escarpado. Con su distintiva cornamenta en espiral y pelaje adaptado al entorno alpino, estos ungulados son símbolos de la vida silvestre en las regiones montañosas de Europa, Asia Central y América del Norte. Su capacidad para sobrevivir en condiciones extremas y su hábil habilidad para trepar por pendientes vertiginosas les otorgan un aura de nobleza entre los habitantes de los picos más altos.
Estos soberbios habitantes de las alturas no solo son admirados por su belleza y gracia, sino también por su papel crucial en los ecosistemas montañosos. Como herbívoros especializados, los rebecos desempeñan un papel fundamental en el control de la vegetación alpina, ayudando a mantener el equilibrio ecológico en su hábitat. Su resistencia a las duras condiciones climáticas y su habilidad para encontrar alimento en terrenos difíciles hacen de los rebecos una especie emblemática, cuya presencia en las cumbres nevadas es un recordatorio de la tenacidad y la belleza de la vida salvaje en las regiones montañosas del mundo.
Subespecies en nuestra Península
Los rebecos son criaturas de tamaño moderado, adaptadas con maestría a las adversidades y retos del terreno montañoso de alta altitud, donde pueden alcanzar hasta dos décadas de vida. Con dimensiones corporales que oscilan entre los 110 y 130 centímetros de longitud, una altura a la cruz de 70-80 centímetros, y un peso que ronda los 20-30 kilogramos, con los machos ligeramente más grandes, especialmente aquellos que residen en los Pirineos.
Ambos sexos de estos animales ostentan cornamentas y presentan una morfología similar, lo que resulta en un escaso dimorfismo sexual. Los cuernos, erguidos y con puntas en gancho, son algo mayores y más cerrados en su parte superior en los machos. Una característica notable de los rebecos es su aguda visión y olfato, siempre posicionándose en puntos elevados desde los que pueden mantener vigilancia ante potenciales peligros y depredadores, como lobos, águilas y osos.
Se consideran dos subespecies en España: la pirenaica (R. pyrenaica pyrenaica) y la cantábrica (R. pyrenaica parva). El rebeco pirenaico, también llamado sarrio es de mayor tamaño, cuernos más gruesos y largos, tonalidad estival amarillenta e invernal gris oscura.
Rebeco Pirenáico
Rebeco Cantábrico
La caza del rebeco
El rececho de rebeco, modalidad reina en la caza de alta montaña, debido a su dificultad y a los paisajes de gran belleza.Cazar un rebeco requiere de que el cazador tenga una buena condición física y destreza con el arma. Los disparos se efectúan a una distancia media de unos 200 metros. El rebeco no es una de las especies que permita que nos acerquemos demasiado, aunque también hay algunos cotos que permiten andar algo menos, dependiendo de la temporada del año.
La temporada de caza del rebeco varía según la región y las leyes locales, generalmente coincide con los meses de otoño e invierno, cuando los rebecos están en época de celo y las condiciones climáticas son más propicias para la caza. Es crucial consultar las normativas específicas de cada área antes de embarcarse en esta aventura.
Puedes ver nuestra experiencia cazando rebecos en este video:
Recomendaciones para su caza
Si estás planeando una cacería de rebecos, es crucial seguir ciertas recomendaciones para garantizar una experiencia segura y respetuosa con la naturaleza:
Conoce las regulaciones locales: Investiga y familiarízate con las leyes y regulaciones de caza en la zona donde planeas cazar. Asegúrate de obtener todos los permisos necesarios y respeta los límites de caza establecidos.
Preparación física: La caza de rebecos a menudo implica terrenos escarpados y condiciones climáticas desafiantes. Asegúrate de estar en buena forma física y preparado para caminar largas distancias en terrenos difíciles.
Equipo adecuado: Utiliza equipos de alta calidad, incluyendo binoculares, ropa y calzado adecuados para el clima y el terreno montañoso, así como un arma apropiada y bien mantenida.
Respeto por el entorno: Respeta el hábitat natural del rebeco y evita perturbar otras especies animales durante tu cacería. Recoge cualquier basura que generes y deja el entorno tan limpio como lo encontraste.
Ética de caza: Selecciona cuidadosamente tus objetivos y apunta a rebecos maduros y saludables. Evita disparos imprudentes o a larga distancia que puedan herir al animal innecesariamente.